En el Glaciar Aru en las montañas del Tíbet Occidental hubo
un desprendimiento de más de 70 millones de toneladas de hielo (17 de Julio de
2016), que acabo con la vida de nueve pastores nómadas de yaks.
La avalancha duro de cuatro a cinco minutos y consiguió
enterrar 9,6 kilómetros del fondo del valle.
un análisis forense de la avalancha realizado por investigadores de la Academia China de
Ciencias determinó que el agua
procedente del deshielo tuvo que lubricar el hielo para acelerar su flujo montaña
abajo, con esto otros glaciares vecinos podrían ser propensos a
desprendimientos.
Los científicos hicieron mediciones precisas de cuanto hielo cayo durante la
avalancha y el área que cubrió mediante satélites y GPS, también trabajan con
modelos informáticos que permiten reproducir la avalancha de manera virtual.
El grupo de investigadores aún no sabe de dónde procedió el
agua pero parece probable que la nieve y el hielo se estén fundiendo y que el
agua resultante se esté filtrando bajo el glaciar.
Aida Roa
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