miércoles, 21 de octubre de 2015

Argentina apuesta a la minería y enfrenta la resistencia ecologista

El país es el tercer productor mundial de litio; indígenas temen el impacto ambiental

Argentina no es solo llanuras interminables de soja, maíz, trigo y vacas. Es mucho más que los pozos de petroleo y gas de YPF, expropiada a Repsol en 2012. También tiene riqueza minera, como la que encierra el salar de Olaroz, a 1.543 kilómetros al noroeste de Buenos Aires y a 85 del límite con Chile. Aquí, en la precordillera de los Andes, donde los 4.000 metros sobre el nivel del mar agitan el corazón y provocan jaquecas, donde los vientos de 30 kilómetros por hora esparcen la sal y te la meten en la boca, se encuentran una de las minas a cielo abierto que hacen de Argentina la cuarta reserva mundial y el tercer productor de litio, el mineral más liviano de todos, clave para las baterías de móviles, portátiles y coches eléctricos.
Pero el 'oro blanco' y otras explotaciones mineras a cielo abierto provocan polémica en Argentina, pese a que los principales candidatos presidenciales en las elecciones de este domingo apoyan la actividad. En septiembre un derrame de millones litros de cianuro de una de las diez mayores yacimientos de oro del mundo, Veladero, en la provincia occidental de San Juan, ha derivado en una causa judicial en la que están procesados nueve ejecutivos de la minera canadiense Barrick y se investiga a los secretarios de Ambiente y Minería del Gobierno de la peronista Cristina Fernández de Kirchner y la posible contaminación de ríos. La semana pasada una manifestación ecologista intentó entrar en una mina de arenas auríferas en otra provincia peronista, La Rioja, en el noroeste de Argentina, y la Policía local reprimió con balas de goma que hirieron el cuello de un diputado opositor.
El 66,5% de Sales de Jujuy pertenece a Orocobre, una minera australiana que solo opera en Argentina; el 25% a la japonesa Toyota, que ha entrada al negocio al compás del desarrollo del coche eléctrico; y el 8,5% a una compañía pública jujeña, que fue creada en 2011 para quedarse con parte de la renta de este mineral de moda. Es decir, la peronista Jujuy provincializó el litio un año antes de que Cristina Kirchner nacionalizara el 51% de YPF. Pese a las quejas iniciales ante la 'estatalización' parcial, el capital privado ha apostado aquí 250 millones de dólares. En los últimos diez años se ha más que duplicado el precio del litio por su uso en la industria electrónica y en el aún incipiente desarrollo de vehículos a baterías.
jorge cabrera s

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