viernes, 16 de octubre de 2015

La Tierra vivió 3.000 millones de años sin núcleo interno.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Liverpool que publico sus resultados en la revista Nature, Analizaron que los registros magnéticos de rocas ígneas, formadas al enfriarse las rocas fundidas del magma, han calculado que el núcleo interno de la Tierra tiene entre 1.000 y 1.500 millones de años de edad. En esas rocas se ha detectado un intenso incremento de la fuerza del campo magnético terrestre en esa época de la vida de nuestro planeta.

El núcleo interno de la Tierra es la capa más profunda del planeta. Es una pelota de hierro del tamaño de la Luna que está rodeada por otra capa, también de hierro, pero en estado líquido. Se sabe que esa región apareció en una etapa relativamente reciente si se tienen en cuenta los 4.500 millones años de edad de la Tierra. El cambio magnético indica, según los autores, que en ese periodo se formó la bola sólida a partir del enfriamiento de la gran esfera de hierro líquido que ocupaba el interior terráqueo. Aunque parezca una horquilla de tiempo amplia, y siempre que el dato sea aceptado por la comunidad científica, supone reducir la incertidumbre del debate actual en 1.000 millones de años. Hasta ahora, las estimaciones sobre la edad del núcleo de la Tierra llegaban desde los 500 millones de años hasta los 2.000.


Los investigadores de Liverpool también indican que según sus cálculos el núcleo terrestre se está enfriando con mayor lentitud de la que se creía, y que está creciendo a un ritmo de un milímetro por año, dos datos que ayudan a comprender mejor el campo magnético terrestre. Este rasgo diferencia la Tierra del planeta más parecido que se le conoce. Marte, en sus inicios, contaba con un intenso campo magnético probablemente causado por un núcleo de hierro que desapareció en 500 millones de años. Esta distinción en su historia magnética podría explicar en parte por qué los organismos vivos prosperan en la Tierra y no lo hacen en Marte o lo hacen de una forma mucho más discreta.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2015/10/07/ciencia/1444234354_302673.html

Diego Bahamondes Silva.





No hay comentarios:

Publicar un comentario